Las circunstancias que rodean la muerte del abogado que fue atacado por sicarios hace un par de días en Barranquilla, sigue generando serias dudas sobre quienes podían haber estado detrás del crimen.

El brutal ataque del que fue víctima el abogado y analista político, Oscar David Santodomingo Payares, ha generado gran debate en redes sociales y medios locales de la ciudad de Barranquilla, donde las posibilidades de quiénes estarían detrás del ataque se hacen cada vez más extensas y confusas de seguir, debido a las múltiples ocupaciones del abogado, cuyo trabajo al parecer habría incomodado a más de una persona e institución.

Santodomingo, de 44 años y que además se hacía nombrar defensor de derechos humanos, fue baleado el pasado 12 de junio, mientras transitaba con su perro por el sector de Villa Carolina, al norte de Barranquilla, luego de ser sorprendido por 2 sicarios que llegaron por su espalda y que tras disparar en repetidas ocasiones, escaparon en motocicleta.

Respecto a las declaraciones dadas por la Policía Metropolitana de Barranquilla, Santodomingo no hizo saber a las autoridades sobre ningún tipo de amenaza en su contra, por lo que no es claro saber quién o quiénes estarían detrás de la orden. No obstante, medios locales y personas en Twitter han afirmado varios detalles sobre el abogado y su relación con algunos sectores políticos y con entidades públicas con las que tuvo serios problemas.

Por un lado está la última denuncia que realizó en vida, donde desde su cuenta de Twitter le pidió directamente al fiscal general Francisco Barbosa, una investigación concienzuda sobre la Superintendencia de la Economía Solidaria (Supersolidaria) por una profunda corrupción que estaría efectuando durante la actual cuarentena, permitiendo el funcionamiento de un restaurante de manera ilegal.

Sin embargo, ese no es el único hecho que rodea al abogado uribista, pues, según declaraciones del portal digital Costanoticias, Santodomingo también adelantó procesos respecto al cartel de la PAE junto con investigaciones contra el ICBF de Barranquilla, por lo que su desempeño profesional estuvo cargado de conflictos con personas dentro de las esferas políticas de la ciudad.