Por medio del ranking que desarrolló la firma encuestadora Picodi, se determinó que Colombia está entre los 20 países con el salario promedio más bajo en un grupo de 106 naciones evaluadas y puestas a comparación, mostrando una enorme distancia con países europeos y económicamente mejor distribuidos.
Con un salario promedio de $1.131.000, nuestro país se ubica en el puesto 90 del ranking mencionado, el cual es encabezado por Suiza con un promedio, convertido en moneda colombiana, de $21.885.400. En el último lugar se ubica Cuba en el puesto 106 con $132.400.
Según señala la empresa, la investigación estuvo basada en la información que le entregó la plataforma Numbeo, la cual trabaja en función a una base de datos colaborativa que recoge notas globales de diversas fuentes para permitir a los usuarios compartir y comparar mediante estadísticas el costo y calidad de vida entre países y ciudades.
Si bien, entre los economistas, ubicar a los países latinos entre los de promedio salarial más bajo no es un panorama que cause sorpresa, debido a que las naciones ricas tienen muchas ventajas frente a ellos como el tamaño de su economía en relación a su población, la calidad de educación y el papel que configura el estado en ella; si es un panorama muy desalentador, el golpe económico actual que están recibiendo con la actual crisis sanitaria y que agrava su estado desfavorable.
Respecto a los números manejados por la encuesta y el puesto 90 en el que se encuentra Colombia, el director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario comentó en una entrevista a RCN: “De los trabajadores formales el 80 % devengan entre uno y dos salarios mínimos. Son esquemas de remuneración muy deteriorados y muy bajos».
Asimismo, manifestó preocupación ante la crisis económica ocasionada por el Covid-19, ya que serán los países con los ingresos más bajos los que tendrán una recuperación más lenta y un reajuste más complejo en el replanteamiento de esquemas laborales que permitan a los trabajadores superar la crisis frente a la poca capacidad adquisitiva que permiten sus sueldos.