La pareja del funcionario paraguayo contó el horror que vivió al momento que se dio el ataque en contra de su esposo y como ha tenido que lidiar con el luto estos días.

Claudia Aguilera,pareja del fiscal antimafia Marcelo Pecci, asesinado el martes en la isla de Barú, corregimiento de Cartagena, y con quien se casó hace apenas unas semanas para luego decidir pasar su luna de miel en territorio colombiano, regresó este jueves a Paraguay. Al llegar a su país, los medios locales la esperaban a las afueras de la Base Aérea Silvio Pettirossi, en la ciudad de Luque, al lado de Asunción, capital nacional.

El impacto de la noticia junto con su propia carrera ha hecho que lo ocurrido haya sido particularmente difícil para la mujer, pues Aguilera es una reconocida periodista paraguaya quien hace poco contrajo nupcias con Pecci. La mujer pese a su cercanía con los medios ha decidido evitar contacto con los medios, aunque se inclinó por hablar con un colega suyo, el periodista Óscar Lovera, de Unicanal.

De la conversación que sostuvo la viuda junto con su compañero periodista, este le pidió contar detalles sobre el momento del ataque y lo que recuerda de lo ocurrido. Con el consentimiento previo de Aguilera, el periodista reveló al medio para que trabaja que ella varios detalles puntuales sobre cómo ocurrió el ataque aunque aclaró que existen detalles que no quiso contar al ser muy escabrosos y que no necesitan ser conocidos por la opinión pública.

“Ella sí quería esto (que Lovera difundiera parte de su conversación). Con todos los medios de comunicación paraguayos y también colombianos ella se excusa por todo lo que ocurrió, y por ese estado de ánimo que aún no está en condiciones de poder hablar”, contó el periodista en una declaración difundida por la cuenta de Twitter de Unicanal.

Otro detalle que destacó Lovera sobre las condiciones impuestas por la viuda para entregar información de lo que sucedió ese día, fue que según ella, su esposo tenía la costumbre, a partir de que se instalaron en el resort, de ir a reservar las sillas reposeras con mucha anticipación, debido a que ahí había muchos turistas que hacían lo mismo, para lo que uno tenía que ir a dejar algo, un objeto propio ahí para reservar”, por lo que supone que ese detalle ayudó a que fuera identificado.

“Retornaron a la habitación y después de las 7:00 de la mañana, él finalmente fue a hacer esa reserva de las reposeras dejando [algo] ahí… Fueron e hicieron ese último día de playa, esas últimas horas de playa, y cuando llegaron las 11:00 de la mañana, ambos se habían parado, o él al menos se había parado como para entrar a caminar ahí sobre el mar un poco”, relató Lovera sobre su conversación con Aguilera.

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