Ante las controversiales declaraciones acerca de los ex militares colombianos que están involucrados en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise, se desatan centenares de comentarios sobre la formación que están recibiendo las fuerzas armadas en Colombia, pues según los usuarios en twitter, esto hará perder más la credibilidad de los militares a nivel nacional e internacional.
Se dice que 26 de los 28 involucrados en el magnicidio, son militares retirados de Colombia y que uno de los involucrados que fueron detenidos en Haití, está siendo investigado por presunta participación en los falsos positivos. En twitter es tendencia el numeral #VerguenzaMundial, donde los usuarios han trinado al respecto que las fuerzas militares están formando “máquinas de guerra”.
Los medios de comunicación nacionales, también recibieron fuertes críticas por su “silencio” ante la situación, un usuario expresó, “hoy los medios de comunicación han quedado al descubierto. A los jóvenes de la primera línea les llaman terroristas por salir a marchar para reclamar sus derechos y a los militares que asesinaron al presidente de otro país tan solo les llaman mercenarios, somos una vergüenza mundial”, manifestó un usuario.
Esta situación, está dejando “mal parada” a Colombia en escenarios internacionales, ya que según los usuarios, ahora además de “exportar cocaína también exportamos asesinos”, y reviven aquella declaración que dio el presidente de Venezuela, a cerca de un “complot” de mercenarios colombianos para matarlo, “recuerdan la denuncia de Nicolás Maduro acerca del complot que había descubierto para matarlo y que todos nos reímos? Pues ahora con lo de Haití no cabe duda de que si puedo haber pasado”, dijo un usuario.
Ante esta grave situación, los internautas exigen al Gobierno Nacional que se realice la reforma a la Policía, pero que no se trata solo de cambiarles el uniforme ni de seguir con el adoctrinamiento militar que solo ha formado asesinos, expresan los usuarios. Se trata de una transformación integral en donde prime la protección y el respeto por los DDHH, la profesionalización de los agentes, el uso legal y legítimo de la fuerza, etc. Fueron algunas de las recomendaciones.
