Por las recientes manifestaciones dadas en la ciudad de Bogotá, un funcionario de la Casa de Nariño sugirió nuevamente la implementación de un protestódromo.

Diego Molano, el actual director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, se refirió, otra vez, a la idea de construir un sitio para que los ciudadanos tengan la oportunidad de protestar y “dañar buses» que no generen costos de reparación ni agresiones a la Fuerza Pública.

La “novedosa» propuesta, como la llamó el exconcejal Molano, fue publicada mediante un video en YouTube, el 10 de mayo de 2019, en el que se hablaba de la posibilidad de reunir a 50 mil personas en un solo lugar sin necesidad del control de uniformados, quienes podrían estar vigilando lugares inseguros de la ciudad, de acuerdo a lo que cree el funcionario.

Por ello, luego de lo sucedido con el fallecimiento de Javier Ordóñez, el Director del Departamento Administrativo recordó su propuesta a través de Twitter, donde indicó que ‘habló del protestódromo hace casi dos años’, y que “si se hubiera implementado, ¿cuántas vidas, CAI y buses se habrían salvado?”.

Sin embargo, su idea no ha sido bien recibida, pues la ciudadanía, molesta, también se ha reportado por medio de las redes, donde han dicho que ‘su propuesta es tan insulsa como vestir al ESMAD de rosado’, y que es algo totalmente “inviable que pasa a la ridiculez”. Por otra parte, molestos, han insinuado que ‘las vidas no tienen punto de comparación con los bienes materiales’.

Como si fuera poco en una rápida búsqueda este medio pudo encontrar que la idea del protestódromo ni siquiera es original de Molano, sino que una lo había política mexicana ya lo había planteado 20 años atrás. Puede leer al respecto en este artículo de la Revista Semana.

Finalmente, el exconcejal, orgulloso de su propuesta, argumenta que es la manera oportuna de separar las manifestaciones de los actos vandálicos que generan grandes pérdidas para el Estado, y que se deben solventar con el pago de impuestos.