Desde hace 3 años que la joven lidera un grupo de estudiantes con los que ha venido trabajando en la creación de la aeronave que está lista para mostrarse al mundo.

La protagonista de esta historia es Oriana Barreto Sánchez, una cucuteña que empezó a investigar desde muy niña todo lo relacionado con la aeronáutica, algo que además logró gracias a la beca Generación E, Excelencia, que otorga el Icetex a los mejores estudiantes del país y con lo que consiguió entrar a Ingeniería Aeronáutica en la Universidad Pontificia Bolivariana donde actualmente cursa el séptimo semestre.

Pero sus sueños no quedaron en entrar a la universidad sino que rápidamente asumió el reto del DBF (Design Build and Fly) es una competencia internacional, organizada por el Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica (AIAA), en la cual participan 110 universidades de todo el mundo en el diseño, fabricación y vuelo de aeronaves no tripuladas (drones).

Sobre esta competencia, Barreto Sanches cuenta que “durante la competencia 2021 – 2022 nuestro equipo logró el puesto 17, siendo la segunda mejor universidad extranjera (no estadounidense) y el único representante latinoamericano”, explicando que los resultados obtenidos ya daban muestras de algo prometedor en su proyecto.
La joven cucuteña explicó que su trabajo en el proyecto consta del diseño asistido por computador en donde se origina el prototipo, el diseño conceptual, preliminar a detalle, acatando la serie de reglas o instrucciones para cumplir ciertas misiones, siendo su trabajo más que fundamental en el desempeño de la aeronave.

Por ahora están a la espera del equipo con mejor puntaje, esperando que sean ellos ya que fue el objetivo propuesto. Sobre las especificaciones del vehículo, el avión creado por la joven tiene una envergadura 1,83 metros y un largo del 1,33 metros y tiene como fin específico llevar una carga paga, un paquete electrónico.