Harold Ramírez decidió que no haría parte de un “show» cuando no ha recibido ningún acompañamiento por parte de la institucionalidad.
El padre de Julieth Ramírez, la joven de 19 años que falleció por una bala perdida en el caos desatado por la muerte de Javier Ordóñez, decidió no asistir al acto de reconciliación que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, convocó en la capital para menguar la tensión entre la ciudadanía y la Policía Nacional.
Según Harold, ha sido mucho más efectivo el acompañamiento de los diferentes equipos periodísticos quienes, al menos, han realizado presión mediática y eco de la tragedia; pero en cuanto al Estado y a la Alcaldía de Bogotá, asegura no haber recibido ninguna llamada, y que solo se ha tratado de palabrería y nada de acción.
Asistir a la ceremonia de reconciliación, para Harold, significaba ser parte de un “show» en el que solo querría usarlo como propaganda política, donde no recibiría la ayuda pertinente, sino solo un bono que dijera “lo lamentamos». Para él, lo realmente importante es recibir ayuda para agilizar los trámites en Medicina Legal y demás procesos correspondientes por los que debe pasar luego que le arrebataron a su hija en una manifestación de la que ni siquiera estaba participando.
El padre de familia, siente que no ha tenido una reparación adecuada, por lo que no dudó en referirse de dicha manera hacia la Alcaldía de Bogotá y hacia el Gobierno en general, pues no solo le fallaron al no propiciar un entorno seguro a su hija, sino que ahora abandonan a su familia frente a un hecho cruel y doloroso.