Tras lo ocurrido con Javier Ordóñez, el abogado fallecido a manos de unos agentes de policía, un ciudadano aseguró que él también había sido víctima de agresiones por parte de uniformados.

Al parecer, hace siete meses, en el CAI de Villa Luz se habría presentado otro abuso de autoridad en el que, además, estaría implicado Juan Camilo Lloreda, uno de los agentes responsables de la muerte de Javier Ordóñez.

Los hechos se conocieron luego que el ciudadano Marco Valencia apareciera para contar lo sucedido el pasado 2 de febrero en un parque de la zona de Engativá, donde caminaba con un amigo cuando dos policías, uno de ellos Lloreda, los abordaron para preguntarles qué hacían y pedirles sus documentos.

En su relato, Marco Valencia aseguró que los uniformados fueron déspotas aunque él les hizo saber que conocía sus derechos. “En el momento en el que yo le doy mi documento a uno de los policías, este arremete contra mí, me arroja al piso, me esposa de un brazo y comienza a golpearme”, explicó el ciudadano.

Minutos antes, Valencia habría llamado a su hermano, quien también fue retenido por un policía llamado Jesús Mejía; allí, Marco continuó siendo golpeado hasta perder el conocimiento; incluso, cuando despertó todavía era agredido.

Para Marco, fue una fortuna que los agentes no contaran con un teaser, “afortunadamente no tenían esa pistola eléctrica, y factores muy pequeños como ese, hicieron la diferencia entre la vida y la muerte para mi hermano y para mí».

Luego del hecho, Valencia asegura que denunció la situación, contando además con un dictamen de Medicina Legal que confirmaba que él no estaba bajo los efectos del alcohol. Por ello, cuando vio la noticia de Javier Ordóñez, quien murió a manos de policías que él ya había visto y que había reportado, no pudo ocultar su indignación, pues no entiende cómo hace siete meses la institucionalidad no tomó medidas al respecto.