Una IPS de la capital del Atlántico se percató que, entre las vacunas que les hicieron llegar, uno de los recipientes estaba mal sellado por lo que se abstuvieron de aplicar las dosis.

Continúan las complicaciones en la aplicación de las vacunas contra el Covid-19, luego de una denuncia hecha por una IPS de Barranquilla, la cual se abstuvo de utilizar uno de los frascos en los que va contenida el compuesto de Pfizer, debido a que la tapa se encontraba desajustada, por lo que decidieron devolverla al Ministerio de Salud para saber bien qué hacer al respecto.

La información sobre lo ocurrido fue contada por el secretario de Salud de la ciudad Humberto Mendoza, quien relató cómo, ante el desconocimiento sobre los posibles peligros de las muestras mal selladas, se prefirió no continuar con el proceso de vacunación, quedando en espera unas 26 dosis.

Cabe explicar que para la aplicación de las dosis se suele usar líquidos sobrantes de las vacunas aplicadas, con las que tras 5 vacunas es posible conseguir una sexta si se recoge el sobrante de los 5 frascos, sin embargo, al no alcanzar los mililitros requeridos y el descarte del frasco mal sellado fueron 26 dosis las que terminaron por no ser aplicadas.

Para entender ese problema hay que recordar la explicación dada por el ministro de Salud Fernando Ruiz, quien el día de ayer fue entrevistado por La FM sobre cómo va el proceso de vacunación, respecto al proceso en que se lleva a cabo la extracción de las muestras, las cuales vienen en un frasco de características gelatinosas y que requiere de una solución salina para convertirse en líquido y ser luego aplicadas en las personas.

Debido a esas cualidades de la vacuna es que además de las muestras no usadas en Barranquilla también se estarían perdiendo vacunas, pues es normal que en la extracción se pierda una o dos gotas y que al final esto termine causando pérdidas que luego son reportadas como robos de las vacunas, explicó el ministro Ruiz.