La posibilidad de un trabajo en conjunto de la Policía Nacional con los bares para evitar tragedias a causa del alcohol empieza a titubear con tan solo un día de ser comentada la propuesta.

Hace un par de horas, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez sorprendió al país con una propuesta en la que se planteaba la posibilidad de convertir a agentes de policía en conductores designados en algunas ocasiones, cuando las personas que salgan a festejar se hayan extralimitado en la ingesta de alcohol, para así prevenir cualquier tipo de accidente.

No obstante, parece que la propuesta no cayó muy bien entre algunos sectores, al punto que la vicepresidenta dio un ‘reversazo’ a sus declaraciones y negó haber sugerido que los policías de Colombia se conviertan en cuidadores de borrachos en los bares, lo que deja a la propuesta de conductores designados en un limbo sobre si es posible o no su aplicación.

“Jamás he afirmado ni sugerido que la Policía Nacional deba servir de conductor elegido, como erróneamente se ha querido informar a la opinión pública”, afirmó Ramirez de forma contradictoria a sus palabras de hace dos días, en las que dijo el pasado martes: “Cuando en un establecimiento haya un consumo de alcohol que sea excesivo se va a pedir acompañamiento de la Policía, para que puedan llevar a esa persona hasta su casa”.

Cabe recordar que la propuesta surge luego de la muerte de Ana María Castro, luego de salir a un bar. Aquel triste episodio fue la motivación principal para la propuesta de implementar a la Policía como conductores designados, sin embargo, la vicepresidenta cambió sus palabras y ahora pide a la ciudadanía que sea la encargada de brindar mayor seguridad para las personas que estén vulnerables debido al consumo de alcohol.

“La sociedad colombiana debe desarrollar un comportamiento solidario cuando vea a una persona, sea hombre o mujer, pero con mayor razón a una mujer sola con un grupo de hombres, que la embriagan hasta hacerle perder el sentido, como ocurrió con Ana María”, comentó la vicepresidenta.