El Senador del partido de la U, que ganó con 76.161 votos las elecciones para pertenecer al Congreso, hace parte de un círculo familiar rodeado de escándalos y líos judiciales.

El congresista José Alfredo Gnecco Zuleta viene de una poderosa familia del Magdalena Grande, a la que se le señala por tener presuntos nexos con el paramilitarismo y la corrupción; iniciando por su padre Lucas Gnecco Cechar, exgobernador del Cesar, quien fue ‘condenado por la Corte Suprema de Justicia debido a malos manejos de dineros públicos’.

También, Juan Francisco Gómez, primo de su padre, fue condenado a 55 años de prisión por su responsabilidad en el asesinato de la exalcaldesa de Barrancas, Yandra Brito, su esposo y su escolta.

Por otra parte, su tío Jorge Gnecco Cechar fue asesinado debido al enfrentamiento que tenía con el excomandante paramilitar, conocido como Jorge 40, por el control de rutas para la cocaína. Y además, su primo segundo, Armando de Jesús Gnecco, alias ‘Mandarino’, está involucrado en la investigación de la red financiera de ‘Marquitos’ Figueroa y el ‘Ñeñe’ Hernández.

Sumado a esto, la familia del senador Gnecco fue nombrada por la Policía Nacional mediante una carta en la que exponen que ellos son los responsables de un montaje judicial hecho a investigadores de la Dijín, quienes indagan la estructura criminal de ‘Marquitos’, con la que, al parecer, Armando de Jesús Gnecco estaría relacionado.

Pese a ello, el medio de comunicación El Espectador, en una investigación hecha, encontró que, ‘Mandarino’, el primo segundo del congresista, “ha suscrito 13 contratos con alcaldías y hospitales de diferentes municipios del Cesar para el suministro de gasolina, por una suma de más de 387 millones de pesos».

Del mismo modo, su hermano, José Amiro Gnecco, esposo de la periodista Vicky Dávila, entre 2013 y 2015, celebró tres contratos en un hospital de Bogotá, con una contratación de más de 1.127 millones de pesos.

Además de esto, la familia de José Alfredo Gnecco Zuleta es tan poderosa, que su campaña para ser congresista estuvo financiada con recursos de sus parientes. Por ejemplo, en la campaña de 2014, su madre, Lilo Zuleta, dispuso 253 millones de pesos a la causa, su hermana, Xilena Gnecco, dio 125 millones; y Luis Monsalvo, tío político, cedió 112 millones de pesos.

Pero, a pesar de todos los escándalos, investigaciones y líos judiciales mencionados que rodean a la familia Gnecco, y que El Espectador evidenció en su investigación, el Congresista se negó a dar pronunciamiento alguno de las historias que hay tras su apellido.