El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, llegó a Bogotá procedente de Guatemala para abordar un asunto que ha generado controversia en la ciudad y en el fútbol colombiano.

El mandatario, conocido por sus duros pronunciamientos contra la directiva de Atlético Nacional, no tuvo reparos en vestir la camiseta del equipo del cual es hincha, pese a las críticas que ha lanzado a la institución, y se pronunció sobre la situación que se vive en la previa de los partidos del equipo.

Quintero, frente a los medios de comunicación, pidió tanto a la directiva como a la barra que «le bajen a la beligerancia», en referencia a la fuerte disputa que se vive entre ambas partes. El alcalde aseguró que suspendió un viaje a México para atender personalmente este asunto y tratar de encontrar un punto de encuentro entre el club y la agrupación ‘Los del sur’, que ha sido la causante de graves hechos delictivos en el Estadio Atanasio Girardot.

El mandatario local se mostró solidario con la barra del equipo, aunque también hizo un llamado a la Organización Ardila Lülle, propietaria del club, para que reconozca la importancia de manejar un lenguaje asertivo con la barra más grande del país. Quintero también fue claro en su advertencia a los hinchas de que «de ninguna manera puede seguir utilizando ni incentivando la violencia como un mecanismo para resolver sus diferencias». Aunque añadió que la directiva debe sentarse en la mesa de seguridad.

Este cambio de postura en su posición frente a la directiva y la barra de Atlético Nacional, con la que espera servir de mediador para solucionar este conflicto, es un giro importante en la posición del alcalde. Con este gesto, Quintero espera dar pasos hacia el retorno del club a su casa, durante los 70 años de existencia del Estadio Atanasio Girardot, del cual parece haber sido desterrado.

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